Cocido, carajillo y 'hat-five'

Cocido, carajillo y 'hat-five'

Conste que la hora impuesta por la LFP me parece una cacicada que pagarán los de siempre, esos fieles inquilinos de la grada que no podrán alternar el partido de su equipo con el del Madrid (el plan B de la mayoría de seguidores que no son blancos) y los que soñaban con cerrar el domingo con un Barça-Atleti a las nueve de la noche. Pero asumiendo ese horario de carajillo y sol otoñal de octubre, les digo que la tropa del Santiago Bernabéu puede estar muy tranquila porque eso de jugar a las cinco de la tarde sólo trae buenos recuerdos. Porque a esa hora de digestión en plena ebullición y garbanzos cocidos bailando entre el intestino grueso y el delgado, el Real ha salido bien parado. No olvido aquel brillante 7-0 contra Las Palmas ni los cinco goles de Morientes a Nacho González (hat-five), que igualaban el récord histórico que poseía Puskas

Tampoco es mala referencia el 3-1 al Zaragoza, con un hat-trick de Hierro que puso en pie a Chamartín. Eso me permite imaginar que Ramos puede vivir mañana su día de gloria, dado que el de Camas ya lleva, después de su heroica partida de pecho en Getafe, 13 goles con la camiseta blanca. Con su edad (21) terminará siendo junto a Pirri (su clon de los 70') y el de Vélez el zaguero-mediocentro más efectivo ante el gol de los 105 años de historia del club. Hay otro precedente lejos del Bernabéu, pero me motiva menos. 0-3 al Alavés con un Ronaldo estelar, pero empañando la gracia con esa cucaracha que rompió la armonía del vestuario y evidenció la caída libre de los Galácticos. Pero por suerte la vida ha cambiado por esta parte del río merengue y mañana celebrará los goles al Recre hasta Herrerín, el delegado de campo. Esto es una familia unida