La sana ambición de Sergio

La sana ambición de Sergio

En el planeta de rapaces en el cual nos toca vivir, parece que siempre se valora la dureza, el menosprecio y la falta de cariño. Ser simpático y estar cercano a los demás se ha convertido en una marca de debilidad. Menos mal que tenemos a personajes públicos como Sergio Ramos para seguir soñando con un mundo donde la buena gente también puede alcanzar el éxito. Su ejemplo es significativo. Yo soy un fan incondicional del andaluz por su comportamiento como persona y por su talento como futbolista. Estoy convencido de que va a marcar la historia del Madrid. Y eso es, sin duda, una buena noticia para los que creemos en ciertos valores humanos como el respeto, el cariño y el trabajo. Valores que, por cierto, suelen asociarse al madridismo.

Pero por ser tan simpático, cierta gente piensa que Sergio Ramos no puede tener la ambición necesaria para llegar a lo más alto. Es cierto que unos triunfan con mala leche, después de haberse desecho de los posibles competidores. Todo lo contrario en el caso de Ramos. Su forma de ser no impide que sea también un futbolista ambicioso, con una terribles ganas de vencer. Esta entrevista lo refleja perfectamente. Reivindica claramente su derecho a ganar la Liga de Campeones. Y su adaptabilidad declarada, incluso al puesto de mediocentro, demuestra que es capaz de todo para lograr la meta definida por su ambición personal. Pero no le hace falta ser beligerante para conquistar.