Apareció la casta en el Submarino

Apareció la casta en el Submarino

Después de varias jornadas sin conseguir algo positivo, el Cádiz volvió a despertar. El triunfo ante el Xerez dio el primer empujón para que la autoestima subiera muchísimos enteros. El técnico cadista, aún pendiente de su ratificación, devolvió los galones a algunos de los viejos rokeros. Abraham Paz, Enrique, Fleurquin o el pundonoroso Juanjo Bezares volvían a gozar de la titularidad y por supuesto no la podían desaprovechar. El de Guadiaro ha tenido que luchar al límite para conseguir la camiseta de titular, pero es consciente de sus cualidades y sabe que no puede ceder ni un ápice si quiere mantenerse en el equipo. La llegada de los nuevos gestores y las inversiones realizadas no se corresponden con el resultado conseguido hasta la fecha. Los fichajes realizados no se han acoplado a las necesidades del equipo, entre otras cuestiones, porque no hubo un rumbo claro por dónde ir.

El sentimiento de este equipo que se ha transmitido de generación en generación no se había podido contagiar porque de una tacada quedaron fuera la mayoría de los referentes de temporadas anteriores, donde se consiguieron gestas importantes, basadas en una buena cuota de calidad. Pero, sobre todo, en la gran capacidad de sacrificio que expusieron sobre el terreno de juego. El buen juego es necesario para ganar partidos, la casta y la actitud, es lo que lleva a conseguir objetivos importantes. En esto Bezares tiene matrícula de honor por todo lo que brinda en cada partido.