Recordaba el otro día Poli Rincón sus tiempos, cuando los alemanes parecían gigantes y los españoles, retacos negados para luchar contra ellos. Ya no es así, pero la estadística no mejora: un triunfo del Madrid en 22 partidos allí disputados. El último KO debe quedarse en anécdota si el equipo de Schuster (ni siendo el técnico alemán-andaluz hay antídoto) le gana al Lazio y acaba el grupo como debe: en cabeza. Estos alemanes no son los de antes, pero conservan su vergüenza torera. Salen a por todas y si el rival se aturulla se lo llevan por delante. Como al Madrid el miércoles. A Dios gracias no está el Bayern, euro-gafe oficial madridista: con esos ya sería de locura...

Luchan y tal, pero calidad poca. La representación alemana en esta Champions es de broma. A falta de una jornada, el Stuttgart está eliminado y sin opciones de ir a la UEFA; es colista del grupo del Barça. Schalke y Werder Bremen son terceros en los suyos. Es decir, si los que les adelantan aciertan no habrá representante de la Bundesliga en octavos de final. Sería una gran noticia para el Madrid sin duda.