La ventaja de una ley no escrita

La ventaja de una ley no escrita

La filosofía del Athletic es tan clara como moldeable. El abanico de seguidores rojiblancos es muy amplio, traspasa fronteras. Así que, partiendo de una base común, cada uno ve la película como quiere y todo depende de las personas que llevan las riendas del club. Hay quien se tira de los pelos por el hecho de que en una misma temporada se fiche a un riojano formado en Osasuna como David López y no pase el colador Kepa Blanco, nacido en Marbella pero de madre vizcaína. Estas dudas se meten en el cajón cuando el primer equipo da la talla. Entonces, a poder ser, se quiere leones de Bilbao centro. Es lógico que en el Athletic se devanen los sesos buscando soluciones, porque este club es demasiado grande como para acostumbrarse a penurias clasificatorias.

Lo que no tiene sentido es hablar etéreamente, de proyectos sin definir. Si el Athletic encuentra en Latinoamérica un futbolista con verdaderas raíces vascas e impregnado de lo que supone vestir esa camiseta, no hallará oposición para ficharlo o rematar su formación en Lezama, donde ya compite algún menor malí, nigeriano, italiano o colombiano. El rasero tampoco está en la largura del apellido. Sólo es una base. Quien les escribe, por ejemplo, es nacido y criado en Bilbao. Y Cuenca no está cerca. Mientras, Garay, central de moda de la Liga, o Arruabarrena no han oído en su casa la palabra Euskadi. Hablar ya de fichar a cualquiera, sin un filtro, va contra la idea filosófica. 109 años merecen un respeto.