La exótica penitencia del alemán

La exótica penitencia del alemán

Situados en Bilbao, inmersos en la memoria colectiva rojiblanca, la referencia a Corea salida de boca de Bernd Schuster, permanece. Imborrable, ahí sigue pese al tiempo transcurrido, nítidamente asociada a la tiesa figura del futbolista que jugaba igual de bien en dos metros que en cuarenta. Este episodio es el que se recuerda por encima de otros de similar corte, que los hubo. Durante su dilatada etapa de pelotero, el alemán tuvo a bien expresar en público con literalidad, exactamente, aquello que le pasaba por la cabeza. Y como siempre asoció el Athletic y su campo a la faceta más áspera del fútbol, pues se labró una relación en absoluto cordial con dicho club y su afición.

Caía gordo Schuster en el entorno natural del Athletic y es improbable que esta apreciación haya cambiado, aunque sí es posible que se haya atenuado desde que utiliza traje y se sienta en la banda. Que venga al mando del Madrid quizás avive el fuego. Aparte de la consideración de la grada, parece obvio que La Catedral, que viene a ser como decir el fútbol mismo, ya se ha encargado de que pague con una penitencia en forma de paupérrima estadística en sus muchas excursiones coreanas.