Calderón, un buen empleado

Calderón, un buen empleado

Los comienzos para cualquier entrenador que llega al fútbol profesional son complicados, generalmente porque llegan como salvadores de situaciones difíciles, heredadas por un trabajo anterior deficiente o producto de una mala planificación. Antonio Calderón llegó como 'bombero' en la etapa de Arturo Baldasano y fue ratificado, tras varios partidos donde el actual presidente, Antonio Muñoz, vio una reacción muy positiva en cuanto a juego y lo que es más importante, en cuanto a resultados. En una entidad futbolística, los resultados deportivos marcan las pautas a seguir; en el Cádiz actual esto sucede de manera inversa; cuando se recupera la autoestima, cuando se está muy cerca de los puestos de ascenso, cuando Lucas Lobos se erigía en el timón de un barco que llevaba un rumbo correcto y soplaban buenos vientos, justamente se desprenden del conductor del juego amarillo.

En este momento el técnico, que está realizando una excelente labor, se convierte en un buen empleado, acatando la decisión del consejo de forma sumisa y dando argumentos peregrinos, como el que en la plantilla hay repuestos de garantías como; Pavoni que se marcho la semana siguiente o Parri que aun no ha entrado en el ritmo de sus compañeros por diferentes motivos, para suplir tan importante baja. El arrepentimiento por no fichar a Ion Vélez tras el descosido que formó el delantero del Hércules con la defensa cadista, se puede redimir con la contratación del polaco Kosowski y la ya confirmada del jugador del Almería Natalio..