Cuando equivocarse es acertar...

Cuando equivocarse es acertar...

Gol con la mano de Messi al Espanyol el pasado nueve de junio, Rodríguez Santiago mediante; gol, previa mano, de Henry al Zaragoza el pasado fin de semana, seguida de un penalti por no-mano de Juanfran, todo ello González Vázquez mediante; y gol 'in extremis' de Xavi al Valencia en jugada nacida en la mano de Etoo, Iturralde mediante. Todos ellos internacionales, es decir, favoritos del villarato. Árbitros con presente y futuro, de esos que saben que en caso de equivocarse más vale equivocarse como conviene. Que en esos casos equivocarse no es equivocarse. En esos casos, equivocarse es acertar.

Me crié escuchando todavía ecos de un gol de Alsúa, a la sazón en el Madrid, al Atlético, metido con la mano. Alsúa era de antes de que yo fuera al fútbol. Tiempos de Maricastaña, o sea. De la mano de Messi ya no oigo hablar (y si no es por Tamudo vale una Liga) quizá porque la sepultan estas otras que se suceden y convierten lo excepcional en cotidiano. Tampoco el penalti que Mejuto le dio al Barça fuera del área hace tres temporadas, ante el Atlético, se recuerda como aquel tan lejano como legendario de Guruceta a favor del Madrid, en el propio Camp Nou. Guruceta no volvió a arbitrar al Barça.

Lama dice que son malos. Yo creo que no son tan malos, sino que hay algunos que son bastante acomodaticios, y son esos los que llegan más lejos. Ya no chinchan al Madrid, porque Calderón le pasa la mano por el lomo a Villar y éste es capaz hasta de ponerse la camiseta blanca. Pero esto no es sólo Madrid-Barça. Hay más clubes que asisten atónitos o indignados a este vicio tan característico del villarato, que consiste en que equivocarse a favor del Barça no importa. Es más: por las muestras, puede ayudar para mantenerte como internacional o para tener una final de Copa. A las pruebas me remito.