África y los entrenadores extranjeros

África y los entrenadores extranjeros

La Copa de África ha dejado muchas dudas. Una de las principales está relacionada con los banquillos. ¿Valen o no para estas selecciones los entrenadores extranjeros? Si vemos que Egipto, ganadora en 2006 y 2008, tiene como jefe al local Hassan Shehata la respuesta es fácil, pero no en todos los países cuecen las mismas habas... En Ghana han fracasado los franceses Henri Michel y Lemerre, el alemán Vogts o el brasileño Parreira. La prueba está en el número de destituciones que se han dado tras la CAN. Esto ha llevado a varias federaciones a meditar cambiar de rumbo a la hora de nombrar un nuevo técnico.

Uno de los principales ejemplos se da en la vecina Marruecos. Tras una inmaculada fase de clasificación los Leones del Atlas llegaron optimistas y se quedaron fuera de los cuartos de final. Henri Michel cargó contra los jugadores, el sistema de trabajo de la selección y la poca competitividad de la liga doméstica. Llevaba razón, pero las palabras sentaron mal en la Federación y le echaron. Ahora todo apunta a un técnico local. Vuelve a sonar Ezaki Badou, el ex portero del Mallorca, que llevó a Marruecos al más reciente éxito: el subcampeonato en la CAN 2004. Nigeria, Zambia y Argelia parecen tomar el mismo camino. Unos dicen que es así porque conocen mejor a los jugadores y no existen malentendidos con los idiomas. Otros, que esto es meramente coyuntural y por la falta de dinero. Pero, por lo pronto, algunas cosas van cambiando en África.