El triunfo del Cádiz ante el Poli era necesario por varios motivos; salir de la lucha por los puestos bajos, tranquilizar a la afición, recuperar la autoestima de los futbolistas y también para ir teniendo un tiempo más que suficiente para planificar el próximo curso. Hay jugadores que finalizan contrato y algunos que lo tienen vigente no están siendo tenidos en cuenta por los técnicos y posiblemente se les busque una salida.

Uno de los puestos más determinantes en un equipo que luche por conseguir su objetivo es el de portero. En la mejor época del equipo amarillo en Primera, la portería estuvo defendida por metas importantes y de parecido perfil. Cedr Jaro, Bermell o Szendrei, fueron los protagonistas que permitieron al Cádiz, permanecer ocho temporadas consecutivas en la elite. No eran espectaculares, ni se adornaban con palomitas, ni gesticulaban achacando el fallo a algún compañero. Eran sobrios, sabían mandar y ordenar a sus defensas, dominaban el juego aéreo y tenían presencia física. Ahora, además de estos requisitos, es necesario que sepan jugar con los pies para intervenir en el juego de equipo como apoyo a la zaga cuando la presión del rival lo obliga. Natalio llegó al Cádiz con una cláusula de penalización en caso de no jugar, mientras que el meta Dani permanece inédito en su cesión al Granada, en pleno período de formación, mientras que Contreras y Limia finalizan sus compromisos. ¿Qué portero se pretende para el futuro?