Gregorio Manzano se lamenta nuevamente del arbitraje sufrido ante el Real Madrid, la última ha sido en su laborioso comentario en la página web del club. No es que no tenga razón en lo que dice, pero es preocupante que el técnico siga dándole vueltas al asunto y no fije su atención en otras cosas. Se va a ganar fama de llorón, y no lo digo porque ayer le diera un revolcón su ex pupilo Heinze, ya que éste es parte interesada y la noticia en realidad sería que un madridista dijese que el Mallorca tienen razón y que el árbitro benefició al Real Madrid. Pero leyendo al entrenador mallorquinista es más fácil entender por qué su equipo se crispa tanto ante los malos arbitrajes y es capaz de descentrarse hasta el punto de perder partidos, como por ejemplo el de Montjuïc. La vergüenza que provocó el arbitraje de Daudén ante el Real Madrid está ahí, pero convendremos en que el árbitro expulsó rigurosamente a Ramos.

El técnico acaba su comentario diciendo que aún debe mejorar algunas cosas en su profesión. Que no sabe entrenar durante la semana lo que ocurrirá el domingo (en referencia al arbitraje), lo cual extraña viniendo de un técnico que aplica tanto la psicología al fútbol. Dicen que sí entrena la capacidad de concentración ante la adversidad. Quizá lo que ocurre es que todo lo que sea hablar de los árbitros evita recordar que su equipo está en tierra de nadie y que únicamente tiene dos puntos más que hace un año por estas fechas ligueras. Curioso.