Por los deméritos ajenos

Por los deméritos ajenos

No se puede hacer peor y sacar tanto rendimiento del constante desatino. Yo me dedico ya a seguir las erráticas evoluciones de Racing y Sevilla, porque de ellos va a depender nuestra clasificación europea. Y es que visto el despropósito en el que nos hemos convertido, estamos totalmente a expensas de lo que hagan. Doy por hecho que continuará nuestra inexplicable falta de ambición, la indignante falta de implicación con los colores y que seguirá evidenciándose la absoluta ineptitud de más de la mitad de la plantilla, por lo que serán los rivales directos los que decidan por nosotros. El tremendo desaguisado en el que se ha convertido este equipo cogido con alfileres hay que extenderlo a un técnico, incapaz de poner orden en la calamitosa defensa, incapacitado también de tener al equipo en una óptima forma física a pesar de estar eliminados desde hace meses de todo, e incapaz, también, de contagiar ambición a unos jugadores que no están actuando con profesionalidad.

Y a es triste que, en lugar de nuestros méritos, sean los deméritos ajenos los que nos permitan estar en un puesto, el cuarto, que no nos merecemos por lo visto en el terreno de juego. El equipo ha dejado al descubierto todas las vergüenzas que ha ido tapando como ha podido a lo largo de la temporada. Esperemos que el mudo García Pitarch aúne a su habitual discreción, algo más de diligencia a la hora de reestructurar este equipo totalmente descompensado, corto de miras y lo que es peor sin duda, sin alma, ni garra.