Raúl debe tomar la decisión

Raúl debe tomar la decisión

Óscar Alejandro Limia llegó al Cádiz cuando los amarillos regresaban a Primera. Venía de ser titular y sin perderse ningún partido varias temporadas consecutivas en el Arsenal de Sarandí, con el ascenso incluido a la Primera del fútbol argentino. El debut oficial se produjo varios meses después de su llegada, en el partido de Copa frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, cuajando una excelente actuación, dejando la portería a cero en la eliminación sevillista. Limia se ha caracterizado por ser un portero sobrio, enemigo de las 'palomitas' innecesarias para agradar a los aficionados, pero con los defectos de muchos de los actuales porteros, las salidas. Pero más allá de sus virtudes o de sus defectos, Limia se ha comportado como un auténtico caballero, no levantando nunca la voz para reivindicar su ostracismo en el marco cadista, algo que es digno del mayor de los elogios.

Pero no es menos cierto que un profesional debe sentirse capacitado para ser titular y no limitarse a aplaudir las buenas acciones de sus compañeros como un privilegiado aficionado. Tras los 13 partidos en la máxima categoría y los seis jugados en la pasada temporada, es como si se tratase de un portero aún por descubrir. Los fallos de Contreras en los dos últimos partidos han devuelto al argentino al primer plano en los medios de comunicación. El técnico Raúl Procopio, con el asesoramiento de Ángel Férez, son los encargados tomar la decisión más correcta y los que conocen el día a día de los futbolistas.