Laporta debería dar su firma

Laporta debería dar su firma

Será un inicio de verano horrible para Joan Laporta. Con el voto de censura en marcha, se habrá convertido en tiempo récord en un remedo del peor Núñez, a quien tanto y tan agriamente criticaba en aquellos años que ahora le resultan tan lejanos y le son tan ajenos. Oriol Giralt y sus animosos seguidores, con el respaldo de las fuerzas vivas de la oposición en la sombra, ha conseguido virtualmente -lo hará en cuestión de horas, durante la jornada de hoy- las casi 6.000 firmas necesarias para someter a un referéndum la gestión del presidente del Barcelona y su cada vez más dividida junta directiva. Porque Laporta y sus puntocom han sido malos gestores de la victoria y pésimos en la derrota.

Por si el voto de censura no fuera poco, a Laporta le espera también en los primeros días de julio la sentencia del juicio por el bochornoso asunto de los avales, que de resultarle adverso obligaría a los 18 miembros de la directiva a avalar su gestión, por valor de unos 45 millones de euros. Tras pasar en el club los mejores años de su vida (una de las promesas que cumplieron), ahora navegan a la deriva. Si fuera consecuente con aquel líder del Elefant Blau, Laporta debería firmar contra sí mismo.