Un carro guiado por veteranos

El Depor tiene un proyecto de futuro basado en la juventud, eso es indudable. Lo mismo que es indudable que los veteranos, al igual que en la época del Babydepor de Caparrós, han sido los que han sacado las castañas del fuego. Nadie desmerece la gran temporada de Lafita, Guardado, Xisco o Filipe, pero el peso de las operaciones ha recaído en los que llevan los galones. La arriesgada apuesta Fabricio terminó con Aouate en la portería. Los tres tenores (Lopo, Pablo Amo y Coloccini) han sido la piedra angular de la reacción. Los penaltis, esos en los que tiemblan las piernas, para Sergio. Manuel Pablo ha rozado la Selección, De Guzman se marca golazos contra Brasil y el revulsivo llegado en el mercado de invierno, Wilhelmsson, aterrizó con 28 años.

Si se mira un poco más allá, parece que muchos de los que lleguen no serán, precisamente, chavalillos imberbes. Omar Bravo, el nuevo crack mexicano, cumplió 28 tacos. Aranzubia tiene otros tantos y si Coloccini se va, Lotina ha pedido un central con tablas. El reto para Lendoiro es manejar las renovaciones de los pesos pesados; calibrar si la gasolina está o no al límite para no volver a cometer errores como los de Duscher o Capdevila. El próximo año acaban cuatro titulares y habrá que hilar fino. Algunos, como Lotina, ya tienen claras algunas cosas. Una es su apuesta personal por Sergio, al que ya le ha dicho que la próxima temporada se va a salir. ¿El motivo? Acaba contrato y hay que buscarse las habichuelas. Este año, al menos, se las ganó de sobra.