CR7 navega rumbo al Bernabéu...

CR7 navega rumbo al Bernabéu...

Cada día que pasa tengo más claro que el futuro de Cristiano Ronaldo pasa, sí, sí o sí, por el Madrid. El chico no se corta, proclama entre sonrisas que le gusta jugar "de blanco", guarda silencio cuando le preguntan sobre si queda una sola posibilidad de que regrese a Manchester, frunce el ceño y agría el gesto cuando le nombran a Ferguson (al que debe un tirano como el sargento negro de Oficial y Caballero) y recupera su sonrisa adolescente y feliz cuando alguien le cuenta la ilusión que ha generado entre la afición vikinga la posibilidad de verle galopar muy pronto por la mágica pradera del Bernabéu.

AS le cazó ayer en su escapada por el lago Neuchatel, que tenía como destino verse con Jorge Mendes, el artífice de su presumible desembarco en los muelles de La Castellana. Su exhibición ante los checos no pasó inadvertida para Calderón y Mijatovic, que tienen claro que este portento de la naturaleza es un 3x1 que te garantiza subir un par de escalones en esa cuesta empinada llamada Champions League. Cristiano puede jugar de extremo, de segundo punta y de delantero centro. Por eso terminará siendo uno de los tres jugadores-franquicia de la Eurocopa, en la que va de menos a más. Además, ante los hijos de Panenka desterró la etiqueta de egoísta y chupón que le persigue. Su regalo a Quaresma en el 3-1 es digno de reseñar...

Calderón sigue esperando, astuto y vigilante, el momento para iniciar la ofensiva final por el que sería el gran reto de su mandato: traer su primer megacrack. De todo eso pensará hoy mientras asiste a la boda de una sobrina en su amada Pamplona y mañana cuando acuda en Roma al enlace del año, el de Flavio Briatore. Allí se encontrará con Silvio Berlusconi, le recordará que para el Madrid Kaká ya es agua pasada y que Cristiano le ha sacado diez cuerpos al brasileño en este último curso. Calderón y Mijatovic han sabido mover ficha con inteligencia, porque CR7 está tan empeñado con jugar en el Bernabéu que no ha hecho falta correr riesgo alguno. No hay pruebas de nada. De hecho, Blatter le dijo a Calderón en Innsbruck que el Manchester tiene la guerra perdida...