La llegada de Coupet no se cierra por una cantidad de dinero pequeña. También observamos extrañados la maniobra rocambolesca de conseguir a Oliveira cedido para prestar nosotros a Sinama al que acabamos de fichar. Encaje de bolillos lógico y propio de precarias economías de subsistencia, aunque no me gusta nada la política de las cesiones. Oliveira es una buena opción, aunque el jugador debe saber que, por razones obvias, no va a tener la titularidad. Jugar en un equipo grande debería de ser un motivo más que suficiente para que se decantara por una oferta a todas luces interesante para él. Después, lo que tiene que hacer en ganarse un sitio entre los indiscutibles Agüero y Forlán.

Distinto a este cambalache es la opción que hay que buscar para el medio campo. Ahí es donde hay que echar el resto, porque es el puesto clave que nos puede facilitar dar el salto de calidad que tanto necesitamos. Si colocáramos por cantidades razonables a las joyitas de todos conocidas, lo tendríamos más fácil. Pero a medida que pasan los días queda más claro que no las vendemos ni a precio de saldo.