Speaker, que te vaya bonito...

Speaker, que te vaya bonito...

La noticia del día no fue el nuevo órdago de Cristiano a Ferguson, ni las exigencias del Hamburgo al Madrid por Van der Vaart, ni siquiera que el Chelsea anuncie que no se rinde con Robinho. El bombazo informativo del 1 de agosto fue saber que se ha tomado la sabia decisión de prescindir del speaker del Bernabéu. Jamás tuve nada contra Arturo Sisó a título particular, pero lo suyo fue un homenaje al absurdo que nos costó seguir vivos en Europa. Me explico. La noche de la Roma la afición mascaba chicle esperando impaciente la salida al pasto de los dos equipos. Ambiente de Champions. Antes, el Bernabéu ganaba estos partidos sólo con el bramido intimidador del pueblo nada más atisbar la salida de sus héroes.

Pero en esas el bueno de Sisó cogió su micrófono e interrumpió la mística con esta ridícula perorata: "Buenas noches a todos. Bienvenidos al Santiago Bernabéu. ¡Somos un equipo!". Unos peñistas llegados desde Abarán (Murcia) se quedaron mudos. Tanta obviedad silenció el ambiente y dejó que los 5.000 tifosi de la Roma se adueñasen de la triste velada. El Bernabéu no necesita voceros porque el peso de su historia habla por sí solo. Hay que dejar que la grada recupere el protagonismo. Prefiero 85.000 speakers.