Algunos recuerdos de Hungría

Algunos recuerdos de Hungría

Un año después de haber perdido una tuerca en carrera y de habérsele escabullido de las manos una victoria que iba a pasar a la historia, en 2006, Fernando Alonso volvía a estar en Hungría con el pelo largo y una barba incipiente. Era una manera más de protestar contra los numerosos atropellos de Ron Dennis en McLaren, que en este mismo circuito, hace ahora un año, tuvo una de las mayores discusiones de la temporada con el piloto español. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde aquel momento. Ahora Fernando tiene el pelo aún más largo que hace doce meses y una sonrisa dibujada en el rostro, fruto de la tranquilidad, ésa que le otorga el saber que está en un equipo que rema con él, aunque no puedan ofrecerle un coche ganador.

Cinco años después de la primera tarde memorable, aquélla del 24 de agosto de 2003, ésa del primer puño en alto, de subir a lo más alto del cajón, y un año después de uno de los días más infames que se recuerdan en la historia de la Fórmula 1, el ovetense sabe que domina el panorama del paddock. Sabe que todos están pendientes de él, de sus movimientos, de sus declaraciones y se siente mas número uno que nunca. Así le he visto ayer. Irónico, tranquilo y lúcido, a pesar de que los resultados no le han acompañado a lo largo de la temporada. Más maduro de lo que le dan sus recién estrenados 27 años. Más preparado para hacer frente a muchas cosas que le depara la Fórmula 1. Aunque no gane. Por ahora. Esto no es más que un simple resfriado pasajero...