Leo dice lo que debiera ser oficial

Leo dice lo que debiera ser oficial

Allí donde Joan Laporta se empeña en plantear un pulso con las altas esferas del poder deportivo (que no es otra cosa que poder político, o sea, poder chungo); ahí donde Pep Guardiola lanza un mensaje preñado de temor ("máximo, máximo, máximo respeto por los rivales de la previa"); en esas declaraciones fotocopiadas procedentes del vestuario, desde el capitanísimo Carlitos Puyol hasta los recién llegados Seydou Keita o Alexander Hleb; en suma, mientras el barcelonismo oficial todo se acobarda ante un horizonte donde se recortan las figuras del Wisla Cracovia y el Beitar Jerusalén -dos potencias, qué decir de ellos-, Leo Messi lanza su voz monocorde desde China para poner cordura y decir lo que los demás piensan pero no se atreven a mencionar.

Todos queremos estar en la Champions, pero tampoco depende del rival. El Barça tiene equipo para ganar sin mí", dijo el argentino. Sí, puede que lo diga por si el TAS, un día de estos, da la improbable razón a Laporta y ordena que vuelva con Guardiola, a la gira y a la tan temida previa continental. Pero resuena en las palabras de Messi un sonido de verdad desnuda, de sincera confesión, un "no jodamos con estos partiditos de verano". Una eliminatoria que, para más choteo, Laporta pretende que se resuelva en el Camp Nou, aunque el sorteo originalmente dijera que el orden de los encuentros era el inverso. Lo que dice Leo debería ser la versión oficial. O sea, que peleen por retenerle, pero diciendo antes que pasarán sin él. Lo contrario es el cagómetro.