Pep Guardiola tiene un dilema que tratan de arreglarle a un tiempo los medios de comunicación y el propio futbolista, Samuel Etoo. Como el Barcelona necesita un 9 y Etoo es uno de los mejores del mundo en esta demarcación, le están señalando al entrenador que tiene la solución en casa. Pero estas cosas no son tan sencillas, sobre todo cuando no ha pasado un mes desde que el entrenador ha dicho que no cuenta con este futbolista. Aquella declaración, a lo mejor innecesaria entonces, no es un capricho; los últimos dos años de Etoo han sido erráticos; el futbolista camerunés ha utilizado su simpatía pública para convertir el vestuario y su propia relación con el club en una especie de galimatías que era una combinación entre la mimosería y la malcriadez.

Esa actitud tuvo consecuencias muy graves, por ejemplo con respecto a las relaciones con Ronaldinho. Ahora parece que el delantero camerunés ha entrado en vereda, sin duda porque el toque de atención de Guardiola ha surtido el efecto deseado. Y es ahora cuando el futbolista y los medios de comunicación le proponen al nuevo entrenador azulgrana que se olvide de todo lo pasado. Es un gran futbolista, qué duda cabe; lo ha demostrado otra vez frente al Chivas mexicano. Todo el Barça demostró que éste es un momento dulce del equipo. Bastó verle jugar media hora para que quedara meridianamente claro. El trabajo de Etoo fue una muesca más en el dilema de Guardiola, que a lo mejor a estas alturas de la pretemporada ya ha resuelto.