Un jugador ya no va donde quiere

Un jugador ya no va donde quiere

No se podrá volver a decir que el futbolista siempre va donde quiere. Ronaldo tenía la alfombra roja del Bernabéu preparada y todo estaba acordado. Pero el portugués decidió quedarse en el mismo sitio de donde quería salir. Y eso que la meteorología seguirá siendo la misma, la ciudad no ha cambiado, el sueño continúa en su cabeza y eso nadie puede dudarlo tras leer sus palabras. ¿Qué ha cambiado? Queda claro que Ronaldo es un hombre de impulsos. Lo que a principio de verano era una necesidad vital, aderezada por una novia española y el impulso de las victorias en la Premier y la Champions, se ha convertido en unas ganas a medias de cambiar, no suficientemente poderosas para dar el paso aunque sabe, y así se lo ha hecho saber a su representante Jorge Mendes, que ha podido perder para siempre el tren del Madrid: el club blanco no querrá ver manchado su nombre de nuevo en un culebrón de proporciones universales.

Según se dice en el entorno del crack, no hay una sola causa que le haya hecho cambiar de idea: de familia humilde, su educación se desarrolló en la calle y eso le hace incontrolable. Le molestó lo que oyó de algún miembro importante del vestuario blanco y es muy sensible a todo lo que se dice de él. Ya no tiene novia española. Y Ferguson ha hecho del caso un asunto personal: total, ahora todo eso suma que se queda. El Madrid intentará contar que todo es una estrategia, pero en el Manchester se insiste que ahora sí, el caso está cerrado.