El sentido común en el fútbol

El sentido común en el fútbol

El Barça juega ahora con sentido común. El gol es el sentido común por antonomasia, y el nuevo Barça de Pep Guardiola ya ha metido veinticinco golpes en esta competición invisible que se llama pretemporada. Claro que ganarle al equipo neoyorquino de la otra noche no requiere la existencia de un equipo excepcional. Ahora bien, las estadísticas son las estadísticas, y si se toman como punto de referencia cuando son malas, también deben ser un método de conocimiento cuando van contra el pesimismo en el que el Barça se había instalado. Es cierto que el equipo sigue teniendo algunos quebraderos de cabeza en la defensa, pero ha sabido construir precisamente, una vanguardia de lujo, reflejada en esa abultada goleada en los amistosos.

Pero ese sentido común que ahora atesora el Barça rinde cuentas en otros apartados más delicados. El modo en que Guardiola ha solventado, sin aspavientos, lo que podría haber sido llamado el caso Messi es un ejemplo deportivo del uso del sentido común. Guardiola no podía estrenarse taponando las ilusiones de su jugador más emblemático. Pep ha sido fubolista, y, como dijo ayer, un campeonato olímpico no es algo que se le presente a un joven jugador como Messi todos los días. Impedirle ese disfrute al argentino hubiera sido una torpeza reñida con el sentido común que domina el joven entrenador azulgrana. Ahora esperemos a ver qué pasa con otro caso, el de Etoo. Ahora el sentido común parece que dice que se tiene que quedar.