Para un partido, a la vuelta de la esquina, de la trascendencia del que nos va a enfrentar al Schalke 04, creo que hemos tenido una pretemporada corta de partidos de preparación. Dicho de otra manera, el equipo no ha tenido el suficiente rodaje para encarar con garantías un choque que vale más de media temporada. Han faltado partidos para encajar tantas piezas nuevas y sigue faltando el de siempre: un mediocentro ofensivo que haga jugar a un equipo que sigue sin hacerlo. Desde la directiva se ha acertado de pleno con el fichaje del tercer delantero, Sinama Pongolle. También con la nueva pareja de centrales, Heitinga y Ujfalusi, aunque por algunos momentos, frente al Rayo, me recordaron a los inefables Pablo y Perea de la pasada temporada: despistados, descolocados e inoperantes en los balones por alto. Del brasileño Assunçao, prefiero esperar antes de sentenciar si hemos fichado otro Costinha de tan penoso recuerdo para todos los aficionados del Atlético.

En líneas generales, un equipo que se ha reforzado bien sin duda, pero al que le falta la guinda del pastel, o lo que es lo mismo, ese plus de calidad que puede hacer que un excelente, aunque incompleto bloque, funcione o no. Me da que hasta ahora, aunque es demasiado pronto para realizar juicios de valor definitivos, el equipo sigue funcionando a golpe de individualidades, pero al igual que la pasada temporada, no jugamos como bloque, ni tenemos un patrón de juego realmente definido.