En Liverpool empieza una nueva época

En Liverpool empieza una nueva época

La ya, mítica, noche del Schalke 04 me recordó de forma nítida la primera vez que me asomé a ese teatro de los más contradictorios sinsabores que es el Vicente Calderón. Fue aquella noche de la épica remontada ante el Celtic de Glasgow. Treinta y cuatro años después, otra extraordinaria remontada ha servido para poner definitivamente el punto final a una de las etapas más sombrías de nuestra historia. Un equipo, aún sin conjuntar y con lagunas evidentes en el centro del campo, derrochó coraje, y explotó la fabulosa calidad individual de jugadores que nos van a dar muchas alegrías esta temporada. El inmenso potencial de Agüero, Forlán y Simao ya era conocido. La auténtica sorpresa, para mí, estuvo en la defensa. El tándem Heitinga-Ufjalusi impresiona.

Son un valladar en los balones por alto, eficaces al corte y, además, sacan el balón jugado. Vamos, igualito que el año pasado. Los laterales me originan más dudas, especialmente Perea, rapidísimo, pero una bomba de relojería con la pelota en los pies. En el centro del campo es donde creo falta el plus de calidad que haría de este equipo un claro aspirante a todo. Es lo que pienso en estos momentos, aunque con un justamente redimido Maniche y el refuerzo de Banega, podemos ir solventando el trámite. En cualquier caso, la estabilidad en todos los estamentos del club empieza a dar sus frutos. El Atlético, por fin, está en condiciones de empezar a reescribir su gloriosa historia y no hay mejor escenario para empezar que el Anfield de nuestro Torres.