No es extraño que Gil Marín no aguante la tensión de los partidos y utilice la M-30 y la radio de su coche como medio para saber los resultados del Atlético. Pocos conocen que Cerezo tiene avalado con su patrimonio personal cifras de nueve ceros del balance económico del club. El Consejo intenta trasladar a la plantilla lo mucho que se están jugando esta temporada. Si funcionan tanto en la Champions como en la Liga el futuro se anuncia más que esperanzador. De momento se ha conseguido retener al Kun Agüero y Forlán, con ofertas mareantes de Inglaterra y España. Síntoma de que se cumplen los contratos y unos goleadores convencidos de que el mañana en el Calderón es espléndido.

Para rematar la faena falta que las instituciones metan la directa en los papeleos, en especial la gente de Gallardón y el cambio a La Peineta. En los despachos se tienen mil y un proyectos, con ofertas importantes para que el nuevo estadio tenga un nombre más que sugestivo. Es necesario aumentar los recursos atípicos ya que ahora los gastos de una plantilla con hechuras de poder luchar por los títulos se han disparado. El Atlético está de moda y para los próximos años la intención es apostar por pocos pero selectos fichajes, que nos conviertan de verdad en los intocables de Europa.