Más feliz que un Coupet en el Atleti

Más feliz que un Coupet en el Atleti

Pronto la lengua española tendrá que incorporar un nuevo refrán popular. "Más feliz que una lombriz" o "más feliz que un regaliz" se quedan cortos cuando constato la alegría de un hombre que asegura haber tomado la mejor decisión de su carrera. A lo largo de los dieciséis años que llevo viviendo en España, he visto pasar a una gran cantidad de futbolistas. Entre ellos a unos cuantos compatriotas míos como Zinédine Zidane, Claude Makelele, Peter Luccin, Ludovic Delporte, Lilian Thuram, Laurent Blanc, Luis Fernández y les puedo asegurar que nunca he observado mayor júbilo que el que irradian los ojos de Grégory Coupet. El antiguo portero del Olympique de Lyon deseaba de todo corazón fichar por el Atlético pero, según me ha confesado, no se imaginaba enamorarse de tal manera de este club y de esta ciudad.

Es una bonita aventura humana, profesional y familiar. "Soy feliz, no puedo pedir más" me explicó Grégory hace poco con una sonrisa que le iluminaba la cara. ¡Y eso que no se esperaba ser titular tan pronto en un partido de Liga! La actitud de sus compañeros, del entrenador y de la gente del Atleti en general han hecho que Coupet ya se sienta como en casa y que esté dispuesto a aceptar sentarse en el banquillo, si ésta es la decisión de Javier Aguirre. Sé, además, que el francés valora de forma muy especial el comportamiento de Leo Franco con él y, por ello, califica de "muy sana" la competencia con el meta argentino. Los rojiblancos no sólo han fichado a un gran portero y a un férreo trabajador sino también a un magnífico embajador del Atleti, de Madrid y de España. Y sé, por experiencia propia, que este pueblo no le va a decepcionar.