Hasta que no se cambie el formato de esta competición, Espanyol y Barça tienen más a perder que a ganar. Y si no, fíjense en los condicionantes de esta final. En primer lugar, Márquez se ve obligado a convocar una mezcla de jugadores del primer equipo y del filial; la final se juega ante un conjunto de inferior categoría, por lo que sobre el papel el Espanyol tiene la presi el terreno de juego no reúne las mejores condiciones para el juego perico, sino que se ajusta más a lo que busca el Sant Andreu...

Yasí podríamos continuar hasta finalizar el artículo. Ambos equipos se tomaron en serio el encuentro y jugaron con actitud, pero el equipo pequeño siempre encontrará más motivación que los Rufete, Lacruz, Ángel o Corominas... Fue un encuentro de tú a tú en el que el Sant Andreu demostró que es uno de los mejores conjuntos de Segunda B: tiene oficio y calidad en la delantera. El parón de quince días en la Liga ayuda a que esta derrota quede rápidamente en el olvido y no distorsione el entorno perico. Lo mejor para el Espanyol es aparcar esta derrota en un torneo que, o cambia, o seguirá siendo una losa para Espanyol y Barça. Digan lo que digan.