Se deben realizar más pruebas

De nuevo se activan los sistemas de alarma. Rubén de la Red cayó al suelo fulminado, a plomo, mirada perdida y pérdida total de conciencia. Diagnóstico inicial: síncope. Y efectivamente este es el diagnóstico. Hay una pérdida repentina de la conciencia, probablemente por una afectación cardíaca. Es muy difícil que se produzca un síncope vago-bagal post-esfuerzo en un deportista de élite. Y mucho más si tenemos en cuenta que solamente se llevaban disputados 12 minutos de partido. Lo mas común es que se trate de un síncope cardíaco y éste puede estar provocado por un bloqueo cardíaco espontáneo, relativamente frecuente en deportistas bradicárdicos en los que puede existir una parada cardíaca momentáneamente, con pérdida de conciencia y recuperación espontánea. O, por el contrario, puede estar producido por una arritmia cardíaca.

Sea cual sea la causa, en estos momentos hay que realizar todo tipo de pruebas. Están bien los electrocardiogramas de esfuerzo rigurosos y los ecocardiogramas, pero estas pruebas pueden pasar por alto alguna anomalía cardíaca que pueda provocar arritmias. Después de un episodio como el de ayer, y con el asunto del jugador Antonio Puerta todavía en nuestra memoria, creo que los servicios médicos del Real Madrid se van a plantear muy en serio el realizar estudios electrofisiológicos, tratando de provocar una arritmia que pueda justificar el desmayo del jugador.

Algunos preguntan por qué no se han hecho estas pruebas o no se hacen de forma sistemática. Pues, sencillamente, porque son pruebas agresivas desde el punto de vista médico y que no están exentas de riesgo. Por eso, únicamente se utiliza cuando existen argumentos para ello. Y en este caso, creo que los hay.