El excelente Almería fue capaz de contrarrestar al mediático Real Madrid. Me da la impresión de que las buenas prestaciones del conjunto dirigido por Gonzalo Arconada no fueron reconocidas por la prensa nacional, aunque quien esto escribe se queda con una imagen: un Almería que en apariencia no jugó bien contrarrestó al mejor equipo de España (según dicen). Pero hay otra imagen que conviene resaltar. El central del cuadro que magníficamente dirige Gonzalo Arconada es Chico. Apuesta de riesgo. Este jugador, el año pasado, no jugaba ni en el Cádiz B en Tercera, aunque el Barcelona de Guardiola le echó el ojo. Ahora triunfa en Primera. Mérito, sin duda alguna, de sus condiciones y, por supuesto, de la acertada apuesta de una entidad grandiosamente dirigida por un presidente llamado Alfonso García.

Y ahora vamos a la parte decepcionante. El almeriense va a muerte con su equipo, eso es evidente, pero el campo no se llena. ¿Por qué? No me puedo creer que un equipo de Primera, con jugadorazos como Piatti, Negredo, Bruno, Mané y compañía no reviente ese estadio. Y digan lo que digan, jamás comprenderé que un almeriense natural de Almería no sea del equipo de su ciudad. Admito la admiración por el Real Madrid, pero no que el equipo de la tierra sea plato de segunda mesa. Me revienta lo fácil que es ser del Madrid o del Barça. Y me descubro ante el forofo del Almería en Tercera, en Segunda B, en Segunda y en Primera. ¡País!