Casilla, en el momento oportuno

Casilla, en el momento oportuno

Uno de los principales escollos que se podía encontrar el Cádiz en este exitoso camino por Segunda B, era el filial bético. Los de José María Nogués habían ganado los seis partidos disputados de local en la Ciudad Deportiva y en su primera comparecencia en el Ruiz de Lopera cuajaron un buen partido y se mostraron superiores en bastantes pasajes del encuentro a los amarillos. En los encuentros disputados hasta la fecha por los de Javi Gracia, han venido destacando. Carlos Caballero por su calidad, Toedtli por su pundonor y acierto goleador, Enrique por su desborde y asistencias o Fleurquin y Ormazábal por la labor desarrollada en el centro del campo, pero en esta ocasión el auténtico artífice del triunfo cadista fue su guardameta, Kiko Casilla.

Con una actuación impecable durante todo el encuentro; concentrado, bien ubicado, despejando con acierto las acometidas del rival y poniéndole el broche de oro a su actuación, con el penalti detenido a Zamora cuando el resultado estaba en tablas. El joven portero procedente del Espanyol B supo transmitirle a sus compañeros el grado de confianza necesaria para que ellos, a su vez, realicen con mayor acierto su labor. Todo equipo que quiera triunfar necesita contar con un portero de garantías. En el Cádiz de su mejor época en la historia, sonaron fuerte nombres como: Santamaría, Bocoya, Pedro Jaro, Bermell o el mítico Pepe Szendrei. Kiko Casilla puede sumarse a esta histórica lista. De momento, apareció en el momento oportuno.