Antepongo siempre los intereses del Betis a los míos personales". Esto podría parecer una actitud de cara a la galería, lo cierto es que el técnico ha demostrado en varias ocasiones que lo ha llevado hasta las últimas consecuencias. Paco Chaparro aquél primero se interesó en sacar adelante la batalla de Santander antes que sentarse a hablar sobre su contrato,. Entrenadores de una época anterior que cuentan con mejor trato mediático antepusieron el beneficio personal para luego tratar en un segundo plano el proyecto deportivo.

Chaparro y el Betis mantienen una relación perfecta de correspondencia el uno con el otro. El técnico da la tranquilidad que supone hacer un trabajo honrado y el club le otorga una confianza extrema a pesar de ese inicio de Liga complicado. Su sueño es hacer un Betis campeón y entre todos están poniendo los cimientos poco a poco para que esto se cumpla. A poco que salgan las cosas, se convertirá en el Arsene Wenger de Heliópolis, quizás menos guapo pero con más estilo y carisma. Y con sensacionales resultados.