Por fin, comenzamos a aprendernos de memoria un once. Sólo hay dudas en el lateral derecho, por el que pugnan Perea y Seitaridis. A pesar de su desquiciante irregularidad, me quedo para ese puesto con Seitaridis, más técnico que el colombiano, que en esa ubicación brilla como siempre por su velocidad, pero se encuentra más descolocado que de central. Aguirre acierta en utilizar sus bazas ofensivas, que son ilimitadas. Todos los partidos, dada nuestra clasificación, son decisivos. No podemos perder un solo punto en casa y arañar los que podamos a domicilio.

Partidos ante rivales, a priori, inferiores, caso del Betis, hay que ganarlos o ganarlos. Los puntos que nos dejemos ante estos rivales son los que pueden frustrar el objetivo, que no es otro, que clasificarnos para la Champions. Todo lo que no sea ganar esta noche, significaría una pérdida de la autoestima que nos ha dado ganar, por primera vez, con contundencia a domicilio y pasar a octavos de final en Europa invictos. Este Atlético, con un once que comenzamos a aprendernos de memoria, tiene que empezar a hilvanar más su juego en el centro del campo y trasladar al rival una sensación de equipo sólido. Algo que todavía no hemos conseguido.