La cruz de Perú está mal puesta

La cruz de Perú está mal puesta

Lo primero: la volea de Acasiete el domingo ante el Racing de Santander fue un golazo, un prodigio técnico que quedó en el olvido por el error de Toño. La hubiesen firmado Negredo y futbolistas más mediáticos, así que el peruano puede sentirse contento: no se le había olvidado jugar. A Acasiete le hizo muchísimo daño aquella turbia historia que publicó la prensa de su país después de un Perú-Brasil que, para colmo, había terminado 1-1. Con un extraño afán autodestructivo (y eso sí, después de perder en Ecuador) los medios desvelaron una supuesta noche loca que terminó con Acasiete suspendido en su selección. Lo peor fueron los efectos colaterales. Anímicamente quedó hecho cisco, y Emery acabó jugando con Pulido y Carlos García. Acasiete fue el mejor defensa de Segunda el año del ascenso, y resultaron admirables sus palabras en favor de Gonzalo Arconada la semana pasada, cuando ni estaba obligado ni ha tenido demasiadas oportunidades con él. Luego hizo un gol que liberó a la plantilla de toda sospecha y a él, más. Perú se equivocó poniéndole la cruz, aquí hay un profesional.