Raúl ha sido, es y será uno de los mejores futbolistas de la historia del fútbol español y europeo, más allá de su gran palmarés individual y colectivo.

Es un ejemplo dentro y fuera del campo, un jugador responsable, limpio, respetuoso, trabajador; un gran capitán, un deportista modélico para las nuevas generaciones, un luchador que nunca se rinde y que siempre tira hacia adelante pese a las críticas y a los momentos más duros y complejos.

Quince años de jugadas magníficas, de goles preciosos que jamás serán olvidados. Ha ayudado y contribuido a la consecución de Ligas, Copas de Europa (marcando en dos finales de la Champions), Supercopas de España, de Europa, Intercontinentales... En gran parte, gracias a su esfuerzo durante todos estos años, el Real Madrid ha logrado la consecución de muchos títulos.

Yo creo que es un gran futbolista por todo lo que ha hecho y hace, por lo que representa, porque encarna los valores del madridismo, por su nobleza y valentía, por su constancia, por no rendirse jamás. Se le podrá criticar porque haya bajado su rendimiento, pero jamás humillarle ni menospreciarle. Se le debe admirar por su fabulosa trayectoria, por su dedicación y por todo lo que ha dado al madridismo y al fútbol español.

Respetémosle y valoremos todo lo que ha hecho y hace porque se lo merece: se lo ha ganado trabajando sin desmayo durante todos estos años, y le echaremos mucho de menos cuando se retire del fútbol.