Por el mar corre la liebre y por el monte la sardina, dice la célebre canción popular 'Vamos a contar mentiras'. Y en una gran mentira se está convirtiendo este Real Zaragoza, cuya deriva es ya peligrosísima. Negar que Agapito Iglesias o su nuevo personal de confianza han negociado -sin ir más lejos ayer- con el Athletic el traspaso de Ander Herrera es todo un alarde de cinismo. Porque, como es sabido, las cláusulas las pagan los jugadores y siempre queda el resquicio legal de aplicar el IVA para elevar el precio y hacer imposible la operación. Lo demás es un traspaso. Así que negociar se está negociando, aunque se pida la cláusula.

Había mil fórmulas para disimular la realidad, pero el Zaragoza eligió ayer la peor, la más zafia, la más mentirosa. Ésta es la última gran mentira, pero habrá más. Seguro que sí, aunque la colección ya es extensísima. También a los Milito o a Sergio García se les iba a vender por la cláusula. O también el Zaragoza no tenía ningún problema de dinero -"pondré el que haga falta"- y lleva cuatro meses subastando desesperadamente a Oliveira. La verdad te pone a salvo, la mentira siempre te condena.