Relación de amor-odio con Lopera

Relación de amor-odio con Lopera

La relación de Ricardo Oliveira con Manuel Ruiz de Lopera pasó del rosa al amarillo. El máximo dirigente bético entendió que el crack brasileño se quitó del cartel en el partido de ida de eliminatoria de Champions contra el Mónaco. Unos derechos de imagen, el motivo del distanciamiento. Tras su lesión y su posterior recuperación, dicha relación quedó más deteriorada. Lopera dejó caer que se tendría que ir cedido al Zenit de San Petersburgo (por esas fechas Joaquín viajaba hacia Albacete...) y al final se fue traspasado al Milán en una operación que resultó altamente beneficiosa para el club y por supuesto para el jugador. Oliveira no triunfó en el exigente cuadro rossonero. Por eso fichó por el Zaragoza.

El Betis le rescató de morirse de aburrimiento y mediocridad en Valencia. Sevilla, la ciudad más parecida a su Sao Paulo natal: soleada, calurosa y alegre. La afición bética está como loca. Echa de menos sus goles, su velocidad, su carácter ganador, su sinceridad y la forja de vencedor de un profesional hecho a si mismo. Pasó hambre de pequeño. Eso le ayuda a valorar las pequeñas cosas y a no olvidar de dónde viene pese a que es una estrella mundial.