Huntelaar, el jugador fantasma

Huntelaar, el jugador fantasma

No es bueno hacer caso a las leyendas urbanas. Pero, en ocasiones, la realidad se encarga de hacerlas verosímiles. Digo todo esto porque desde hace tiempo circula una que habla de una oficina en Holanda que se ha especializado en los últimos años en colocar jugadores de medio pelo en el Real Madrid y, gracias a ello, han conseguido hacer fortuna por aquello de las generosas comisiones. El top en cuanto a rentabilidad ha llegado con el traspaso de Huntelaar, un buen delantero que se hinchaba a meter goles en una Liga secundaria como es la de su país. Dos meses después de su llegada, seguimos esperándole.

Para amortizar los veinte millones de euros y otros siete por objetivos que ha costado la criatura, ya hacen falta goles. Por el momento, bastaría con que los rentabilizara con minutos jugados. Pero no. O llegó muy corto de forma, que parece evidente, o Juande ha visto en él un jugador con escasas posibilidades. ¿Qué vio la dirección deportiva en Huntelaar para apostar tan fuerte? Pues lo mismo que el resto de grandes de Europa que jamás aceptaron pagar un precio tan alto.