Me apunto a los que piensan que Robben será el jugador de la eliminatoria. El partido de mañana es para él, para su velocidad, desborde y agresividad. El Liverpool saldrá a placarle, a cualquier precio. Benítez tiene pesadillas con el holandés porque puede hacerle mucho daño llegando por la banda y en las diagonales de derecha a izquierda. A Benítez le pone nervioso cualquier cosa que no pueda controlar. Y a Robben es difícil atarle en corto. No existe un mecanismo defensivo fiable contra su arrancada eléctrica.

Hay, por demás, factores psicológicos a favor de Robben. El primero, la confianza en sí mismo. Segundo, las ganas que le tiene al Liverpool desde sus días en la Premier. Y tercero, el pánico con el que saltarán al campo los defensores reds. Si Robben es capaz de manejar tantas ventajas con inteligencia, lo normal es que vea puerta en el Bernabéu y en Anfield. Pero sobre todas las cosas, Juande debería invertir unos minutos en reclamar de su jugador la mayor corrección posible en el campo. Si pierde los nervios, si entra en provocaciones, si se descentra, quedará anulado y estará en peligro de ver alguna cartulina que luego lamentará...