El apego a los héroes del ascenso

El apego a los héroes del ascenso

Se desprende mucha sinceridad en esta entrevista a Calleja. Y se desprende que está muy cerca del adiós. Se le ve en la cara. Y es una pena, porque los héroes que llevaron al Málaga a Primera División merecen mucho. Han hecho algo dificilísimo. Los Goitia, Gámez, Hélder, Eliseu, Apoño, Baha y compañía nunca serán jugadores normales para la afición. Están en un trono.

Acualquier malaguista le gustaría que nunca se fueran, porque forman parte de sus mejores recuerdos, y cuando alguien te ha hecho feliz quieres devolverle todo. O al menos le quieres tener delante ahí, latente, cada dos domingos para ovacionarle y darle gracias. Pero eso es una quimera. La realidad te golpea, y el Málaga ha decidido que para no ir dando bandazos por la élite tiene que circular entre unos umbrales económicos concretos. Calleja piensa que merece un esfuerzo, tal vez por ese plus sentimental del ascenso, tal vez por esta sorprendente y feliz temporada que le está saliendo, imponente desde el lateral, que ha provocado esta lluvia de ofertas que está a punto de arrancarlo de la ciudad donde es feliz y donde tiene su círculo de amigos. Que está a punto de arrancarle de sus comidas en El Lotero con la familia de Juanito. Que está a punto de llevarle a otro sitio sólo por hacer lo mejor por su familia. Pero el Málaga también es una familia y tiene que dar de comer a todos. Sanz sigue queriendo a Javi entre ellos, así que nadie diga la última palabra.