Al Atleti sólo le faltó suerte

Al Atleti sólo le faltó suerte

Los hados del fútbol son caprichosos y veletas, injustos muchas veces, y casi siempre con el Atlético. Tienen la costumbre de echarle una mano, o un poste, a Casillas, cuando más lo necesita y parece que les gusta cegar a los delanteros del Atlético en el Bernabéu. Eso pasó anoche. Por eso sigue el maleficio de los diez años sin ganar el derbi. Al partidazo de Agüero, inmenso siempre, le faltó el remate de un gol que había merecido y que no entró de puro milagro, porque los hados estaban empeñados en proteger a Iker. Este Atlético al contraataque como en sus mejores tiempos pudo ser mortífero. Pero Forlán, incansable siempre, generoso en el esfuerzo, tropezó con el poste, Sinama voleó no sé dónde, y Agüero, ay Kun, lo hizo todo de maravilla menos el toque final. El Atlético perdonó como nunca en toda la temporada, en la que precisamente ha vivido de lo que le faltó para rematar al Madrid: su pegada descomunal.

Pero a mí, eso sí, me gusta este Atlético que se está sacando Abel de la manga, que mira siempre a la portería contraria, aunque luego se le atragante, que no especula, que crea ocasiones de todos los colores. Este Atlético nos divierte. Yo creo que ésta es la línea buena. En el Bernabéu no hubo síndrome, el equipo no sólo no se arrugó, sino que apostó por su fútbol de ataque, que es lo que mejor sabe hacer, porque cuando se dedica a defender pone de los nervios a sus aficionados. Y al ataque mereció ganar en el Bernabéu y romper de una vez por todas las negras estadísticas de los últimos diez años. Pero al equipo le faltó suerte en los momentos decisivos del partido. Una vieja historia. Ya se sabe que los hados del fútbol son del Madrid.