El madridismo se ilusionó ayer, y mucho, con la portada de AS. Es lógico. La posibilidad de que el corazón del Spanish Liverpool pueda latir en el Real Madrid es una pretensión más que interesante porque no sólo son dos grandes jugadores sino también dos futbolistas de club, con los valores que siempre han adornado el espíritu del designado mejor club del siglo XX. Se explica en la noticia la intención de un ex presidente, Florentino Pérez, que quiere serlo de nuevo y para ello pretende rodearse de los mejores jugadores posibles para volver a hacer del Bernabéu el escenario de referencia del fútbol mundial. Créanme que lo de Gerrard y Xabi Alonso va en serio, absolutamente en serio. De momento son dos deseos, dos intenciones.

El interés por Gerrard no es casual. No viene motivado por su partidazo del martes. La consulta sobre su fichaje se realizó hace cinco semanas, antes de la eliminatoria. Y la respuesta fue "muy difícil, muy complicado", lo que no quiere decir imposible. Lo que es utópico es pensar que todos los jugadores que están en la agenda de Florentino Pérez vayan a jugar la temporada próxima en el Madrid. Unas gestiones fructificarán y otras se quedarán a mitad de camino. Pero siempre es bueno tener un amplio abanico para elegir. Así los clubes vendedores y los propios jugadores tendrán los pies sobre la tierra y no querrán hacer el negocio del siglo. Si el United, el Milán o el Liverpool se suben a la parra, pues ahí están Villa, Benzema o Cesc, además de algún otro.