Lendoiro juega ocho partidas a la vez (siete renovaciones más Lotina), y por ahora parece que en todas las manos los triunfos son suyos. Los jugadores que no interesan (Pablo Amo, Pablo Álvarez y Munúa) no reciben llamadas y el denunciante De Guzman ya se da por perdido. En los casos vivos (Manuel Pablo, Verdú y Sergio) el presidente habló, asustó con su oferta a la baja, y espera tranquilamente los réditos. Manuel Pablo ha aceptado una rebaja sustancial del sueldo, aunque todavía se mantiene firme en exigir dos temporadas; Sergio se une ahora a las rebajas; y a Verdú lo compensará con un contrato de larga duración.

A pesar de que todos pueden firmar con otro equipo desde el 1 de enero, el de Corcubión mantiene un órdago que le está saliendo bordado: 'Traedme una oferta mejor, y la igualo'... si le conviene, claro. Hasta ahora Lendoiro lleva los triunfos, aunque dilatar la renovación de Lotina le puede salir algo más caro de lo que esperaba. Si el presi no canta las cuarenta rápido puede que el agente del técnico sí llegue con ofertas, porque el de Meñaka cotiza al alza, y mucho, en el mercado.