Decíamos ayer... El viernes, para ser exactos, que Higuaín era el futuro del Real Madrid y debería ser el presente sin discusión por su contribución al equipo cada vez que el entrenador cuenta con él... Ayer se volvió a demostrar. Suyo fue el gol del triunfo y suyas fueron las mejores ocasiones. No es mérito de este columnista tal apreciación, es mérito única y exclusivamente del protagonista que se gana a pulso lo que se escribe de él. Ahí, donde jugó ayer, bien centrado, por detrás del delantero centro o a su altura en muchos momentos, es letal.

Tiene metros, espacios para meter su sexta velocidad. Su gol es la mejor demostración. Su mejor definición. Regate, larga zancada, desborde... y sutileza para el remate cruzado.Posiblemente nos tengamos que acostumbrar a su extraña habilidad de que se fabrique tantos de cosecha propia como el de anoche y luego falle otros que parecen a priori más fáciles. El caso es que Higuaín cada vez es más determinante en este Madrid. ¿O no?