Claro que Míchel se atreve

Te atreves? Esas fueron las palabras que Míchel escuchó a través del teléfono. Era la voz de Ángel Torres. La respuesta ya la conocemos. Claro que se atreve. Cómo no va a hacerlo alguien que siempre ha vivido en el filo de la navaja, adorado por una impresionante corte de amigos dispuestos a partirse la cara por él y vilipendiado por un ejército de enemigos que no se toman ni un día libre en su acoso. No hay término medio. Tampoco para Míchel, cuya capacidad de compromiso no tiene límites. Desde ayer no hay otra idea ni otro asunto que le pueda distraer, nada que no esté relacionado con los cinco partidos que tiene por delante para mantener al Getafe en Primera.

Seguro que ya ha hablado con los jugadores aunque el primer entrenamiento sea hoy. Para decirles que todos a una. Con la solidaridad por bandera y la generosidad que conocen los canteranos del Madrid. La que ignoró un presidente ciego, frívolo y mal aconsejado. La trayectoria de Míchel está llena de grandes detalles, aunque los mediocres siempre le recuerden los mismos. Todo lo ha hecho siempre por vocación y con los cinco sentidos, como seguir la carrera de su hijo en todos los campos de todos los inviernos. Míchel dejó el retiro dorado de Celaya porque ahí no se sentía ya un futbolista. Esa es la clave. Si ha aceptado el reto es porque no va a escatimar esfuerzo por superarlo. Todo o nada. Esa es su vida.