Goitia habló. Expresó sus sentimientos después de lo ocurrido el pasado sábado. Le noté nervioso, titubeante y en un púlpito en el que no se encuentra a gusto. Sé por lo que está pasando. No es fácil. Va a dejar al club de su vida y a la ciudad en la que conoció a su mujer, madre de sus dos hijos, que lo está pasando peor que él. Con las explicaciones que dio ayer no sé si convenció a alguien. Supongo que tendrá detractores, muchos, y otros que comprenderán el porqué pidió al técnico, Antonio Tapia, que no fuera convocado para el partido con el Betis.

Vuelvo a repetir, y he dicho en la Cadena Ser y he escrito en este periódico, que comprendo su situación, pero creo que lo hizo mal y no se despidió de su afición, la que le ha idolatrado durante tanto tiempo, de una manera correcta. Amigo Goitia, esto lo habría resuelto de una manera sencilla, seguro que te hubieran entendido, en la rueda de prensa del pasado jueves. Dices que te vas al Betis y se acabó, y si te tienes que poner en la portería lo haces. Eres profesional. El Málaga es un sentimiento. Volveré.