Tengo tanto agradecimiento acumulado a este ejemplo de profesional y tantos calificativos elogios agolpados en la mente, que por primera vez me obligo a pensar, antes de ponerme a escribir. Estamos ante uno de los mejores delanteros en la historia del Atlético. A Forlán le debemos una buena parte de los logros conseguidos esta temporada. Rápido, incisivo, letal, sacrificado, comprometido... Una auténtica joya que, por derecho, se ha convertido en un emblema y un icono para una afición que le adora e idolatra. Los dirigentes están obligados a hacer cuanto esté en sus manos para evitar la marcha de esta auténtica perla. No sólo deberían mejorarle, en lo posible sus emolumentos, también darle garantías de que la próxima temporada jugará en un equipo reforzado de verdad. Un equipo que esté a la altura de sus extraordinarias condiciones y que pueda optar a todo.

Forlán el "Magnífico", también debe de ser consciente de la inmensa proyección que le ha dado este equipo y el cariño que le profesa la afición del Manzanares, antes de decidir su futuro. Creo, de verdad, que con él, más la suma de los Agüero, Simao y Maxi, están sentadas las bases del equipo que todos queremos. Ver al delantero uruguayo con otra camiseta que no sea la nuestra sería algo demasiado insoportable, especialmente si llegara a lucir la de los nuevos galácticos. Un atlético, y Forlán lo es, vestido de blanco es una afrenta que nunca ningún aficionado rojiblanco olvidaría.