Hay competiciones con auténtica denominación de origen. Pasa mucho en Inglaterra. La sola enunciación del Gran National nos conduce a las carreras de caballos con obstáculos o nombrar la Oxford-Cambridge nos lleva inmediatamente a una prueba de remo sobre el Támesis. Pues en España nos sucede lo mismo con el Descenso del Sella, todo un Clásico del verano. Su fama no es gratuita. Es la prueba de piragüismo más famosa y multitudinaria del mundo, este año celebra su 73ª edición y en 1994 llegaron a participar 1.400 embarcaciones, lo que produjo un auténtico problema en la salida, ya que literalmente no había sitio para tantas sobre la playa de piedra de Arriondas. Deporte y fiesta, eso es el Descenso.

El Descenso ha logrado con el piragüismo lo que los maratones populares con el atletismo. No hace falta ser un experto para participar. Sí saber mantenerse y unas cuantas cosas más, es decir, haberse entrenado; es lo mismo a lo que obliga un maratón. Aunque al tener que estar federado, el club pone fácil el aprendizaje. Esto convierte al piragüismo en un deporte de enorme potencial. ¡Cómo iba a imaginarse Dionisio de la Huerta la que iba a armar cuando en 1929 se le ocurrió bajar en una piragua artesanal desde Coya hasta Infiesto (5 kms)! Luego todo fue llegar hasta Soto Dueñas, después a Arriondas, donde el río Piloña se unía con el Sella, y por fin alcanzar el mar en Ribadesella. El Descenso había nacido.