Detectar metales no es deporte

Detectar metales no es deporte

Deportes en España tenemos más de medio centenar. Algunos tan discutibles como la colombicultura y la colombofilia, con federaciones independientes, una para regular las competiciones de palomos detrás de palomas en celo, y otra, de palomas mensajeras. No hay presidente del Consejo Superior de Deportes al que no le entren ganas de suprimir federaciones de este tipo, pero ninguno quiere pasar a la historia como quien las quitó. Al fin y al cabo cada país tiene su propia idiosincrasia en los deportes y si en Inglaterra el bridge es federación, ¿por qué no aquí palomos y palomas? Pero una cosa es dejar las cosas como están y otra abrir la puerta para que se cuelen, por ejemplo, quienes detectan metales o juegan a las guerras.

Que detectar metales sea un deporte es la aspiración de aquellos que de esta actividad han hecho una competición. Esconden objetos metálicos y se trata de ver quién los encuentra primero. Pretenden que la Comunidad de Madrid les reconozca como federación deportiva, después irán a otras comunidades y de ahí al Consejo Superior de Deportes. Y esta misma intención tienen aquellos que han traído a España el paint-ball, que es eso de jugar a las guerras con bolas de pintura. Siguen los pasos del fisioculturismo, reconocido como deporte en Extremadura y que el pasado mes presentó su aspiración también en Madrid. Madrid, de momento, les dio largas. "Si el COI les reconociera como deporte..." fue la respuesta.