Sobre Robben, Agüero y Guardiola

Sobre Robben, Agüero y Guardiola

Robben tiene defectos, pero sirve. Es chupón y es frágil, pero su capacidad para iluminar partidos no se puede desdeñar. Anoche su salida espabiló a un Madrid que andaba a medio gas. No sólo por su falta, ojo. Resultó que en el calentamiento se lesionó Arbeloa y eso hizo que saliera Lass de lateral y Pepe de medio junto a Xabi Alonso. No resultó. En la segunda mitad, con Lass y Xabi de medios, fue otra cosa. Y aunque Cristiano aún no es él y Benzema da síntomas de despiste, el Madrid se vino arriba y goleó gracias, sobre todo, a Robben, que se quedará. Se irán Negredo y Sneijder, pero él no.

Tuve, como tantos, un ojo en este partido y otro en el del Atlético, al que vi francamente bien. Son los mismos, sí pero mejor colocados. La defensa adelantada entraña riesgos, pero arropa a Raúl García y Assunçao, que antes tenían demasiado terreno para cubrir. Con eso más los apoyos de Maxi, Simao y Forlán a la zona ancha, el Atlético funciona. Y como arriba tiene esa pareja colosal de Forlán y Agüero (el gol de éste fue un prodigio) casi puede decirse que tiene al menos un gol y medio asegurado por partido. Así que no es extraño que se venga de Atenas con la clasificación casi hecha...

Y luego, claro, pasé al Gamper, donde Guardiola me desagradó por primera vez. Su alineación de salida me pareció un desatino. Todos eran jugadores respetables, sí, y me he hartado aquí de hablar bien de la cantera del Barça, pero concibo el Gamper (trofeo que lleva el nombre del fundador del club, y no quiero ser solemne) como la presentación del equipo ante su público y me parece un deber de cortesía hacia los que asisten empezar con lo mejor posible, regalar a todos la foto del año. Luego todo partido da para hacer los cambios que sea necesario. Pero algunas liturgias conviene respetarlas.